Más materiales, más soluciones: orgánicos, textiles y metales también se reciclan. Tres iniciativas innovadoras en el Día mundial del reciclaje

Cuando hablamos de reciclaje muchas veces el enfoque recae casi exclusivamente sobre el plástico. Sin embargo, la problemática de los residuos es mucho más amplia y compleja. Cada año, la humanidad genera entre 2.100 y 2.300 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos.*  

La generación de residuos está directamente relacionada con nuestros estilos de vida y niveles de consumo. Y entre los sectores más problemáticos en este escenario están la industria de la moda, de energía y minas y de comida. Estas tres categorías que han quedado rezagadas en muchas conversaciones sobre reciclaje, pero que necesitan urgentemente atención.

¿Por qué mirar también a otros residuos?

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reporta que, “de acuerdo con la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo.” Cada año genera 92 millones de toneladas de residuos textiles, mientras el tiempo útil que le damos a la ropa se acorta cada vez más. Según la UNCTAD, confeccionar un solo par de jeans puede requerir hasta 7.500 litros de agua, el equivalente a lo que una persona bebe en siete años.

En paralelo, los residuos orgánicos representan otro de los sectores a los que urge poner atención. Según el Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA), el mundo desperdició en 2022 el equivalente a más de 1.000 millones de platos de comida al día, mientras 783 millones de personas pasaban hambre.** El desperdicio de alimentos no sólo afecta la seguridad alimentaria, sino que también agrava la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.

Y luego están los residuos metálicos, que a menudo están ligados a la industria más contaminante: la de energía y minas. Sectores que, aunque lamentablemente indispensables hoy, deben urgentemente reinventarse si queremos caminar realmente hacia una economía circular.  

A propósito del Día Mundial del Reciclaje (17 de mayo), desde ReciVeci, aprovechamos para ampliar la mirada y compartir tres iniciativas que demuestran cómo es posible empezar a transformar el mundo con innovación y pensamiento creativo.  

1. Osom Brand (EE.UU.): hilando el futuro de la moda con ropa desechada

La industria de la moda actualmente tiene un costo ambiental inmenso. En Estados Unidos se desechan casi 11 millones de toneladas de ropa al año, y el 99% de esos textiles son técnicamente reciclables, según cifras de Osom Brand. Y esta iniciativa decidió actuar sobre esta realidad al desarrollar una tecnología que permite fabricar hilos y telas sin agua, sin colorantes y sin químicos, utilizando ropa desechada como materia prima.

Uno de sus productos más icónicos fue una colaboración con Nike, en la que crearon zapatos con 100% materiales reciclados, incluidos plásticos. Este tipo de iniciativas no sólo evita el uso de recursos naturales vírgenes, sino que también reduce significativamente la contaminación generada por los micro plásticos y tintes en los textiles.

Hilo de Osom Brand fabricado a partir de desechos textiles.

2. Neptuno Pumps (Chile): economía circular en la industria de energía y minas 🇨🇱

Estas industrias —especialmente la minera— son algunas de las más intensivas en el uso de recursos naturales, altamente dependientes de la extracción de materia prima virgen y responsables de grandes emisiones de gases de efecto invernadero, además de provocar profundas injusticias ambientales.

Desde ReciVeci, es importante establecer nuestra postura frente a la lógica extractivista. Creemos firmemente que el modelo actual necesita transformarse hacia sistemas menos invasivos con la naturaleza. Sin embargo, también reconocemos que la transición ecológica es progresiva, especialmente en sectores estratégicos que hoy sostienen buena parte del funcionamiento de la economía global.

En este contexto, la empresa chilena Neptuno Pumps, ofrece una visión alternativa desde la economía circular. Han desarrollado soluciones de reciclaje y reutilización de materia prima de bombas industriales utilizadas en la minería y en el transporte de fluidos, sectores donde las condiciones son altamente abrasivas y corrosivas.

En lugar de fabricar nuevos equipos (con la huella ecológica que eso implica en su producción y transporte), Neptuno se enfoca en recuperar, rediseñar, reciclar y prolongar la vida útil de los existentes.  

Bombas industriales fabricadas a partir de metales reciclados.

Destacamos esta experiencia porque muestra que la circularidad no es exclusiva de los productos de consumo masivo o los residuos domiciliarios, sino que también puede, y debe, implementarse en los sectores más duros del aparato productivo.

3. Agrovivas (Ecuador): compostaje comunitario desde los hogares

En Ecuador, se estima que más del 55% de los residuos que se generan son orgánicos, según un estudio de Alianza Basura Cero.*** Es decir, más de la mitad de nuestros residuos podrían evitar llegar a los rellenos sanitarios si simplemente separáramos los restos de comida desde la fuente.

Agrovivas es un proyecto que trabaja precisamente en esa línea. Actualmente, 500 familias en Quito están transformando sus residuos orgánicos en abono gracias a esta iniciativa, que impulsa la separación en origen y el compostaje comunitario. En una ciudad donde el nivel de industrialización es bajo, pero la producción de residuos es alta, soluciones como esta tienen un enorme potencial de escalabilidad y réplica.

Equipo de Agrovivas con los envases de compostaje.

Proyectos que también promueven la innovación y circularidad en Ecuador:

En ReciVeci nos enorgullece diseñar sistemas de gestión de residuos que planteen soluciones creativas a necesidades concretas de empresas e instituciones para aprovechar al máximo los recursos y reciclar.  

Tal es el caso del proyecto de reciclaje de vasos polyboard de establecimientos de McDonald’s, donde diseñamos un sistema de aprovechamiento de vasos que antes no se reciclaban, con obtención de KPIs ambientales e inclusión de recicladoras de base, para ser transformados en servilletas con el apoyo de a la empresa Tork del grupo Essity. Aquí puedes saber más.  

Otro proyecto que nos enorgullece es el Hub de Vidrio by ReciVeci, este espacio que inició operaciones en septiembre de 2023 y que, más que un centro de acopio de vidrio es un catalizador de cambios en el reciclaje de vidrio del país. Este proyecto llegó para dinamizar el reciclaje de un material 100% e infinitamente reciclable que se estaba desperdiciando por no contar con una cadena logística eficiente. Entérate más aquí.  

En ReciVeci promovemos el reciclaje inclusivo, pero soñamos con un mundo donde los materiales y hábitos de consumo sean repensados y rediseñados, de modo que reducir la producción de residuos sea la verdadera meta.  

¿Caminamos juntos en esta dirección?

Fuentes:  

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